Agua y Emociones

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El agua tiene la capacidad de sanar el cuerpo emocional herido.

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Cuando una persona se encuentra anímicamente mal es altamente recomendable que se meta en agua (piscinas, spas, baños, duchas...) porque el agua acaricia la esencia herida, incluso si contiene cloro y otros elementos nocivos para la salud física humana. Durante el baño, la persona experimenta un proceso de implosión emocional y poco a poco va recobrando la paz y la calma interior, estado esencial de la vida. 

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• Agua caliente: CALMA. es necesaria cuando la persona afronta estados emocionales muy densos, depresivos, crisis existenciales, sentimientos de carencia y, en general, mucha densidad emocional. Especialmente personas muy sensibles. El agua caliente posee la capacidad de limpiar vibraciones densas y muy densas. Al igual que cuando dejamos en remojo caliente algo muy quemado, el agua caliente es igual de milagrosa para personas con el cuerpo emocional muy dañado o sucio (absorción de vibraciones externas densas (terapeutas, médicos, psicólogos, curanderos, atención social, etc). El agua caliente es como volver al corazón del hogar. Es como ¨la caricia de la mamá amorosa¨. Volvemos al útero calentito de la vida.

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Para estados aún más densos, que el agua caliente es incapaz de calmar: agua del océano y respiración en lugares con océano, mar abierto. El agua del océano es lo más fuerte, a nivel curativo de emociones, que existe en la Naturaleza.​

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• Agua fría: ACTIVA, Purifica, refresca, revitaliza, agiliza, re-circula. Es necesaria cuando la persona ha de afrontar cuestiones de sanación sexual física y/o psiquica (aquí es muy importante termalismo frío vivo, es decir: río, mar, bosque con pozas de agua, etc). Es muy recomendable para activar (activar circulación, activarse por las mañanas, activar la mente, activar los sistemas de respiración, etc)

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• A remojo en agua: relajación y regeneración. Somos agua y nos regeneramos en el agua. Muy recomendable para el bienestar mental y físico (alivia y cura dolor físico)

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Es importante recordar aquí, que las enfermedades poseen un origen o raíz emocional. Curando la emoción que las genera, la sanación física es mucho más fácil. La emoción dañada es vibración en desarmonía, y aquí es donde comienza el desequilibrio y la enfermedad. El agua limpia, purifica, restaura, calma, re-equilibra esas vibraciones/estados de disarmonía con la vida.

 

En este sentido, llevo años utilizando un excelente diccionario emocional, al que me gustaría darle las gracias expresamente en Thanks to the Water, pues han sido años de generosa bendición poder consultarlo siempre que lo he necesitado. Gracias de corazón al equipo de SánateySana.com por su generosidad infinita.